Hoy por hoy, la vida eterna podría llegar a ser una realidad. Hay quien cree que los primeros niños destinados a vivir hasta los 1.000 años ya han nacido. Con el fin de averiguar lo cerca que está la humanidad de desafiar a la muerte, investigaremos proyectos que pretenden cultivar partes del cuerpo humano en laboratorios para usarlas de repuesto, descubriremos robots microscópicos que podrían servir para erradicar enfermedades letales y estudiaremos la posibilidad de que el envejecimiento en sí pueda invertirse siguiendo las pautas de una de las leyendas más oscuras de la historia.

¡NO SE MUERA TODAVÍA!: CIENTÍFICOS AFIRMAN QUE EN 20 AÑOS SEREMOS INMORTALES.

El científico y gurú de la Inteligencia Artificial, Ray Kurzweil (quizá le recuerden por sus predicciones “En el siglo 21 la gente ciega podrá leer” o “la Internet inalámbrica, en unos días”) afirma que los seres humanos podrían llegar a ser inmortales como mucho en 20 años, a través de la nanotecnología y de una mayor comprensión del funcionamiento de nuestro cuerpo.

Kurzweil llama a su teoría la “Ley de la Aceleración de las Devoluciones” y, lejos de ser un panfletillo de rebajas, la toma como verdad-verdadera: “Yo y muchos otros científicos creemos que en 20 años tendremos los medios para reprogramar nuestros cuerpos con un software de edad que permitirá primero frenar, y luego revertir, el envejecimiento. Entonces, la nanotecnología permitirá que vivamos para siempre”.

Su teoría se apoya sobre el incipiente (y eficiente) trabajo de los nanorobots, que llegarán a sustituir las células de nuestro cuerpo hasta las últimas instancias: los nanobots reemplazarán las células de sangre y harán su trabajo miles de veces más eficaz. “Dentro de 25 años seremos capaces de hacer un sprint olímpico durante 15 minutos sin respirar, o hacer buceo durante cuatro horas sin oxígeno”, afirmaKurzweil.

Aunque muchos de nosotros nos conformaríamos con vivir unos añitos más, estas habilidades cardiovasculares vendrán de serie, igual que el cine en casa. “Si queremos entrar en modo de realidad virtual, los nanobots cerrarán las señales del cerebro y nos llevarán donde queremos ir. El sexo virtual (y la utilización de las tres conchas) se convertirá en algo común. Y en nuestra vida cotidiana, los hologramas aparecerán en nuestro cerebro para explicar todo lo que está sucediendo”.

Desde luego, la posibilidad de no envejecer está inevitablemente unida a la ficción, pero, sin duda, la ciencia avanza una barbaridad. ¿Son 4 lustros un plazo aceptable?Según la Fundación SENS, o “Estrategias para la Ingeniería de la Senescencia Insignificante”, una organización que reúne a investigadores dedicados a vencer el envejecimiento, afirmativo.

En su cuarta reunión, celebrada hace sólo unos días en la Universidad de Cambridge, habló “el Profeta de la longevidad”, el gerontólogo Dr. Aubrey de Grey, que hizo una anatomía de si mismo y expuso también su teoría: el científico cree que, si en las próximas dos décadas seguimos llevando a cabo los avances correctos, tendremos 50% de posibilidades de que un niño que nace hoy pueda vivir 1.000 años.

Desde luego vivir 1.000 años supera con creces a correr como Usain Bolt o pescar calamares a pulmón libre. ¿Pero donde meteremos a tanto viejo? ¿No se convertirá el mundo en un geriátrico donde los mares serían como una inmensa piscina de “Cocoon”?

Los estudios demuestran que en los países desarrollados y gran parte de los países en desarrollo, vivimos un promedio de cinco horas más cada día, o dos años más cada década. Esto significa que para el 2040 la población de 60 años o más se habrá triplicado para sumar 2.000 millones de personas. Y no se morirán.

Tiene que venir un señor de casa a poner los puntos sobre las íes. Al teclado, el profesor Manuel Serrano, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y uno de los científicos que expuso sus avances en la conferencia SENS. “La idea general de Aubrey de Grey es que debe ser una prioridad entender el envejecimiento y tratar de combatirlo. Pero vivir 1.000 años….creo que este tipo de titulares hacen un flaco favor a la investigación sobre el envejecimiento”.Vía telegraph y MSN

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